miércoles, 8 de abril de 2015

Presencias y Señales





Hoy me gustaría hablar sobre un tema al cual mucha gente respeta y teme por desconocimiento, en muchos casos, del porque suceden estas cosas.

Seguramente a muchos de vosotros y aplicando mi experiencia personal, seguramente, al estar solos o en  determinados momentos en los que pensamos y nos encontramos inmersos en un estancamiento personal, ante el cual nos sentimos desamparados y no sabemos que rumbo o camino debemos tomar, habremos sentido señales e incluso presencias inexplicables.

Estas presencias y señales nos dan una sensación como si algo o alguien nos estuviese acompañando. En otras ocasiones hemos podido percibir como si pasasen a nuestro lado sin llegar a ver qué o quién.

Os aseguro que es algo por lo que no debemos temer, pues esto conlleva que estamos siendo protegidos por un ser de luz, que nos acompaña y vela por nosotros.

En otras ocasiones se puede llegar a percibir e incluso oler fragancias inusuales que nos extrañan ya que son ajenas a nuestra vida cotidiana. Yo he sentido muchísimas veces esas presencias y señales. En momentos puntuales de mi vida, al encontrarme solo en casa he llegado a sentir que no lo estaba tanto y que alguien se encontraba a mi lado.

Bien, al principio me asustaba y notaba un escalofrío que me recorría el cuerpo, pero con el tiempo comprendí que no debía de tener ningún tipo de miedo, pues esa presencia estaba conmigo para ayudarme en todo momento, para que no me sintiera desamparado y darme la fuerza necesaria para seguir adelante.

En otras ocasiones incluso he llegado a percibir olores tales como inciensos, fragancias, perfumes y aromas florales completamente distintos a los que solemos percibir en cualquier jardín. Estos aromas a santidad se denominan " clarisentencia".
 
Esas presencias y señales nos muestran la cercanía de los seres de luz. Os puedo contar un claro ejemplo que os explico a continuación; Cotidianamente suelo encender en casa velas de muchos tipos tanto de colores como perfumadas, incluso prendo inciensos de diferentes fragancias como sándalo, mirra, ámbar, etc... Pues bien, en una ocasión, tras unas vacaciones, me ausenté por unos días de casa. Cuando regresé me dirigía a una de las habitaciones donde tengo hecho un altar con dos imágenes bellísimas de un Cautivo y una Dolorosa hechas a mano por mi pareja.

En este altar suelo poner velones blancos y varillas de incienso, cuando llegué al umbral de la puerta, pude percibir una fragancia completamente distinta a las que yo suelo utilizar y completamente desconocida para mí. En ese mismo momento me quedé paralizado y al instante reaccioné saliendo hacia el pasillo completamente contrariado. Durante tres veces volví a comprobar la procedencia de ese olor y contrasté que en el resto de la casa efectivamente no se percibía.

Fue una clara señal de que había una fuerte presencia, mi reacción final fue acceder a lo que entendí que era su petición y les puse sus velones y encendí incienso. Es por eso que hay que tener muy en cuenta las presencias y señales que percibimos.

En otra ocasión también, recuerdo que una noche recién entrada la primavera, cuando aún refrescaba durante las noches, estando junto a mi pareja, llegamos a sentir como una bofetada de calor intenso que nos atravesó el cuerpo, sorprendidos nos miramos y lo comentamos.

Era domingo y tengo la costumbre de poner una vela de distinto color para cada uno de los días de la semana, ya que representan a cada uno de los siete arcángeles. Ese día se me olvidó encender la de color azul, que era la que correspondía al arcángel San Miguel
Este arcángel también es representado por un fuerte e intenso calor. Automáticamente comprendimos que lo que habíamos sentido entonces fue su presencia, ya que pregunté a mi pareja si estaba encendida la calefacción esa noche, a lo que me respondió que no.

En ese preciso momento caí en la cuenta de que no había encendido la vela correspondiente, de inmediato la puse junto con incienso y acto seguido la sensación de calor se disipó.

En otra ocasión ocurrió otro hecho curioso, tras encender una varilla de incienso que puse delante de un cuadro, que poseo, de la Esperanza Macarena, observe que el humo que desprendía, sin tener corriente alguna de aire, se dirigía hacia unas fotografías de mis seres difuntos que tengo colocadas justo hacia el lado contrario.

También tenia colocadas sobre la mesa mis cartas Oráculo de los Ángeles con las que trabajo haciendo lecturas para ayudar a las personas que contactan conmigo. El recorrido de este humo también las alcanzaba, realizando en total una parábola y de esa forma finalizaba su recorrido, siendo un claro indicio de las presencias y señales ya que son mis guías espirituales que me cuidan y protegen en el plano terrenal desde el espiritual.

Os quiero aclarar que estas dos personas a las que pertenecen las fotografías ayudaron a muchísima gente en vida, siendo almas sanadoras y maestros ascendidos que trabajan junto a los arcángeles y seres de luz.

Ellos son mi abuela materna Soledad y mi gran amigo José, que además lograron poseer la magnificencia para curar y sanar. Debemos de saber y estar atentos para entender que esas presencias y señales nos sirven para que ante las posibles adversidades nunca estamos solos, ya que ellos nos acompañan.

En señal de agradecimiento a mis guías espirituales escogí el sábado para darles las gracias encendiendo velas blancas y poniendo unos claveles blancos también en señal de pureza.

Desde estas líneas os invito a que junto a mi compartáis vuestras experiencias ya que será muy enriquecedor para todos. Un abrazo de luz....

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